Cada uno es responsable de su propio crecimiento, de evolucionar como ser humano. Todos venimos al mundo con una “herencia” única… y es nuestra misión conocerla y trascenderla. Si todos nos hacemos responsables de nuestro propio cambio el mundo se irá  transformando.

El camino en solitario es complicado. Por ello nos apoyamos en los grupos: para superar los obstáculos del camino, para encontrar la guía y el ánimo necesarios en los momentos de dificultad.

Hay múltiples métodos para poder desarrollar la conciencia y muchos de ellos pueden ser válidos. La diversidad de métodos hace que sea más sencillo llegar a la gran diversidad de personas, porque así cada uno puede encontrar el mejor camino para desarrollarse. También creemos en la diversidad de enfoques, y en la integración de disciplinas como fórmula creativa. La verdad se encuentra en la integración de la diversidad.

Tomar conciencia de todo lo que hemos recibido de los que nos antecedieron, es la base para sentir generosidad por lo avanzado, por lo recibido y poder corresponder igualmente de forma generosa con los que nos seguirán. En esta escuela agradecemos todos los avances que otros realizaron, todo el conocimiento y conciencia alcanzado, y hacemos lo posible para cuidarlo, enriquecerlo y trasladarlo a otros.